La asociación vecinal Veraplayazul reunida con el Ayuntamiento de Vera coincidieron en que el agua de la playa padece este verano numerosos episodios de suciedad, por lo que ambos intensificarán todo tipo de acciones para que no se vuelvan a producir. Aunque tanto los representantes de la organización vecinal, que agrupa a los 20.000 habitantes de la costa veratense, como los municipales admiten que los análisis periódicos la califican “apta para el baño”, sin embargo el agua presenta con mayor frecuencia que otros años evidentes signos de suciedad, como espuma, restos de grasa y otros materiales flotantes, sin contar con la plaga de algas que nunca se habían visto por esta zona, de los que aportaron fotografías.
En concreto, los concejales del equipo de gobierno Juan de la Cruz Belmonte, Catalina Soriano y Ana Belén Carnicer se comprometieron a requerir más información sobre el origen de la suciedad, tanto a Codeur como a Galasa, que ofrecen los servicios de agua y depuración en Vera y sus poblaciones limítrofes. Un informe de Codeur mostrado por los concejales señala como posibles causas a los vertidos al mar de aguas fecales de municipios colindantes, sin descartar asimismo el tráfico naviero y la limpieza de los buques. Se cree también en la posibilidad de que aún existan balsas de desecación que se desborden en dichos municipios, o vertidos a través de los emisarios de aguas pluviales.
En este sentido tanto la asociación vecinal como los representantes del equipo de gobierno municipal coincidieron en trabajar para identificar a los responsables de dichos vertidos e iniciar las acciones legales oportunas mediante denuncia ante las autoridades competentes.
Aumento de infecciones
Los vecinos, por su parte, trasladaron al Ayuntamiento la indignación de los bañistas por el mal estado del agua, que ha provocado, incluso, un aumento de las infecciones estomacales y de oído. Mostraron a los ediles su decepción por los nulos avances que, en la práctica, se han registrado con respecto a la moción que, aprobada en pleno por unanimidad en noviembre del pasado año, obligaba al equipo de gobierno municipal a detectar los vertidos contaminantes y a reclamar a la administración competente su erradicación.
Veraplayazul, que califica la temporada que ahora acaba como “un año perdido” en el cuidado y potenciación de la playa, advirtió al Ayuntamiento que si no toma iniciativas para resolver este problema, denunciará por posibles delitos contra la salud pública y medioambiental y pedirá responsabilidades al conjunto de las administraciones por el mal estado del agua de la playa en Vera, que puede estar provocando daños sobre la salud y, por supuesto, la diáspora de los vecinos a otras playas del levante, con el consiguiente perjuicio para el turismo y la economía de la propia Vera.
Los dirigentes de Veraplayazul dejaron, asimismo, claro al Ayuntamiento que no aceptarán que determinadas playas de su litoral sigan en el olvido, haciendo hincapié en el potencial económico y social que poseería si se optimizara el control del agua, la permanencia y limpieza de la arena, así como el desarrollo de infraestructuras turísticas, como la continuación del paseo marítimo, carril bici y de áreas deportivas y de recreo. “Querer es poder”, expresaron los representantes vecinales a los del Ayuntamiento ante las continuas referencias a la austeridad presupuestaria, pues la mayor parte del litoral de Vera desde siempre ha estado abandonado y en continuo deterioro, con independencia del estado de las cuentas públicas, “engordadas” en los años de bonanza por la construcción de miles de viviendas.
